Todas las reacciones químicas se
pueden representar mediante las ecuaciones químicas, en las cuales voy a
indicar la naturaleza y cantidad de compuestos químicos (reactivos y productos)
que intervienen en la reacción.
Las ecuaciones químicas deben
cumplir con la ley de conservación de masa de Lavoisier. Esto quiere decir que
la masa total de los reactivos tiene que ser igual a la masa total de los productos.
En otras palabras en las reacciones químicas no se genera ni se pierde materia,
sino que se transforma.
Ejemplo- Reacción de combustión del
metano.
Si observamos esta ecuación vemos
que del lado de los reactivos tenemos 1 átomo de carbono (C), 4 átomos de
hidrógeno (H) y 2 átomos de oxígeno (O), mientras que del lado de los reactivos
tenemos 1 átomo de carbono, 2 átomos de hidrógeno y 3 átomos de oxígeno. El número de átomos no es el mismo de cada
lado de la ecuación y por lo tanto se dice que no está BALANCEADA.
Para que se cumpla la ley de
conservación de materia, debemos incorporar delante de cada fórmula química que
interviene en la ecuación su coeficiente estequiométrico (es decir, el número
que indica la cantidad de esa sustancia presente en la reacción, sean número de
partículas, número de moles o moléculas). En este caso quedaría:
Para corroborar que la masa total
se conserva, sumamos la masa molar de los reactivos y la comparamos con la de
los productos. ¡¡No hay que olvidarse de los coeficientes estequiométricos!!
Concluyendo, al observar la
ecuación química balanceada sabemos que un mol (o una molécula) de metano
reaccionan con 2 moles (o dos moléculas) de oxígeno, para formar 1 mol (o una
molécula) de dióxido de carbono y 2 moles (o dos moléculas) de agua.